La constitución, papel mojado (2.ª EDICIÓN)

Descripción

Esta novela va, a modo de radiografía, de los políticos, esos personajes que han sido, son y, si Dios no lo remedia, seguirán siendo el azote de la humanidad hasta que esta sucumba a sus actos.
No es broma. Esta afirmación será el epitafio común de los millones de muertos sin tumba que pereceremos más pronto que tarde a las armas atómicas, las epidemias de laboratorio o la respuesta violenta de la Naturaleza a los efectos del cambio climático.
Los seres humanos existimos desde hace tan solo “un par de minutos”, si comparamos nuestro tiempo de residencia en la Tierra con la edad geológica de nuestro planeta; no obstante, en ese raquítico lapso vital ya hemos batido el récord de envenenar la atmósfera con el uso de combustibles fósiles, amén de colapsar la fábrica de oxígeno del que dependemos con la tala salvaje de nuestros bosques. Repito, en solo “dos minutos” hemos destruido el tesoro que la Naturaleza ha gestado en nuestro beneficio durante millones de años. Era nuestro regalo de bienvenida y lo hemos destruido sin apenas disfrutarlo. En breve se completará nuestro fugaz paso por la Tierra. Esta seguirá existiendo, puesto que se recuperará del daño que le hemos causado los humanos cuando desaparezcamos de escena, es decir, dentro de “cuatro o cinco segundos”. Los científicos llevan profetizando nuestro final desde hace un siglo, pero los políticos se han conformado con aceptar el dictamen de los científicos, sin hacer nada al respecto. Y como les quedaba poco tiempo, optaron por aprovecharlo en cumplir con el dicho: comamos y bebamos, que mañana moriremos.
Pues bien, de la misma manera que dejaremos de existir por culpa de los políticos, emplearemos los “cuatro o cinco segundos” que nos quedan de existencia en presenciar los desmanes de estos seres, cuyo valor moral oscila entre el cero y la nada.
Cada nación ha tenido y tiene su particular lacra con los políticos que se ha visto forzada a soportar. Los españoles, creo yo, estamos a la cabeza de esa lacra. Los hemos tenido malos, muy malos; pero ahora son todavía peores. Querido lector, lee mi novela y comprueba por ti mismo esta aseveración. Y si se te ocurre alguna idea para remediar el daño que nuestros políticos nos harán en esos “cuatro o cinco segundos” que nos quedan de vida, manifiéstala ahora o calla para siempre.

¡YA A LA VENTA SU SEGUNDA EDICIÓN!