CORRECCIÓN

de estilo

Se tiende a veces a confundir la corrección de estilo con la profesional; cuando en realidad son dos procesos completamente distintos. Si bien la corrección profesional (también llamada ortotipográfica) es casi imprescindible, la corrección de estilo es recomendable.

Además, existe el temor del autor a que con la corrección de estilo se pueda manipular o desdibujar la impronta creativa que ha inspirado su obra; pero esto no es así en absoluto. Un corrector de estilo revisa la obra e incide en ella conociendo y respetando escrupulosamente el estilo del propio escritor o escritora. Por supuesto, hay que tener preparación profesional para hacerlo.

¿En qué consiste entonces una corrección de estilo? Enumerando algunos de sus aspectos más importantes, podemos señalar como campo de acción donde se mueve el corrector sacarle partido a la riqueza léxica de la obra, evitar reiteraciones abusivas en su vocabulario, eliminar muletillas o frases hechas que saquen al lector de la escena que está leyendo, advertir que la cronología y los sucesos son coherentes, un buen uso de conectores, subordinadas y una correcta exposición en los niveles de ideas desarrollados… Pero todo ello, insistimos, respetando cada estilo y la personalidad que el autor le ha dado a su obra. Se trata, en definitiva, de que el texto no solo sea correcto, sino que además sea comprensible al lector al que va destinado.