Existen distintos conceptos en el mundo de la editorial y la literatura que es muy común no distinguir, o que simplemente cuentan con distintas acepciones que hay que matizar. Cabe especificar que una obra se considera editada cuando pasa por las manos de una serie de servicios editoriales, si esto no ocurre, la obra se denominaría manuscrito. Antes de dejar claro los matices que tiene la palabra «reedición», hay que definirla brevemente:
son nuevas tiradas de libros que han agotado sus existencias gracias a un éxito en la venta. Es el procedimiento de impresión en el que no se aprecia ningún cambio en el formato, estructura o contenido de la obra. No se interviene en el proceso editorial (a no ser que se haya detectado alguna errata que no influya en el contenido del propio texto).
Esta acepción de «reedición» no implica necesariamente un cambio sustancial del contenido de la obra, sino que simplemente se lanza una nueva entrega del libro junto con el número de veces que se ha repetido este proceso (1ª edición, 2ª edición, etc.). Este proceso solo atañe a los libros en papel, debido a que solo incumbe a las obras que pertenecen a una tirada física y no electrónica.
Las reediciones en este caso son sinónimo de popularidad de la obra, cuanto más alto es el número de ediciones, mayor número de ventas han tenido los ejemplares. También existe la posibilidad de que la editorial vuelva a poner en circulación un libro que ya había salido hace tiempo y que, en ese caso, se encontraba descatalogado. Con esto, cabe la posibilidad de dar nuevas oportunidades al contenido de una obra, ya sea por popularidad (creando nuevos ejemplares) o por darle una nueva vida comercial a un libro más antiguo (así se podría recuperar un clásico, por ejemplo).
Todos estos casos no suponen una nueva solicitud del ISBN (número internacional que dota a cada libro de un código identificativo). Por lo que no se requerirá la tramitación de un número diferente, al contrario, se utilizará el mismo en todas las tiradas necesarias.
Vale, pero… ¿en qué situaciones sí que se cambiaría el ISBN?
Al igual que cada producto debe llevar un código de barras identificativo diferente, una obra debe tenerlo también. El ISBN es un código único internacional de trece dígitos que permite localizar cualquier libro y favorecer su circulación en el mercado. Hay distintos casos en los que no se requeriría un nuevo ISBN, como pueden ser el cambio de precio o una pequeña modificación del color de la cubierta.
Sí se requeriría un nuevo número cuando:
- una obra cambia de formato (de tapa blanda a tapa dura o de papel a electrónico);
- un libro se publica como «edición de bolsillo»;
- se modifique el título;
- se cambie de editor.
Existen dos tipos de ISBN: el de editorial y el de autor. Aunque es cierto que el de editorial es más efectivo a la hora de pedir libros desde una librería, y más si la editorial que emite las obras tiene los datos de contacto públicos, así es mucho más fácil ponerse en contacto con ella y facilitar el libro que se quiere comprar.
Realmente el ISBN no es algo obligatorio, pero, en el caso de autopublicar tu libro, convendría tenerlo registrado para contar con un apoyo legal y comercial. En muchos de los casos, las editoriales de autopublicación son las que solicitan dichos códigos para ir adjudicando cada localizador con un libro distinto.
Si tienes alguna pregunta o sugerencia, ¡consúltalo en comentarios! Estaremos encantados de ayudarte.
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