Que la vida es fundamental para… todo lo demás, es una realidad que solo puede medirse en lo pequeño, en el matiz y en lo fulminante. Y digo lo fulminante porque no es posible notar la vida sin, al mismo tiempo, estar perdiéndola. Esta es la contradicción, el boceto que atesora la obra de arte del después, la metáfora que habita en la comodidad que se extiende entre la bala… y la herida. Eso, al menos en mi experiencia, ES POESÍA.
Y eso es lo que he encontrado, siempre como una primera vez, en la obra de este POETA INSIGNIA de la editorial Hebras de Tinta, GUILLERMO ARRÓNIZ LÓPEZ. Un día llegó a esta casa, con su portafolios cargado de imaginarios, de sueños, de místicos, pintores, escultores… Yo le pedí un resumen de aquella realidad y él supo ensamblarlo todo en un SONETO… lo pequeño, el matiz… FULMINANTE.
Y vino el mes de abril y nos trajo un 2014 transigente, universal, cortesano en el imperio del mundo y de la Historia. Y abril y el 2014 se unieron en las nupcias que la editorial Hebras de Tinta supo bordar para aquella «prima nocte»: LOS PRÍNCIPES DE CATORCE VERSOS. Guillermo Arróniz publicó su primer poemario con nosotros y nos llenó de luz, de cofres, de antihéroes, de destronados y de hojas… las de todos sus sonetos.
Y el verano llegó también, como la mano del niño que quiere tapar el borrón de su cuaderno… Atrás quedó la trapisonda, el quehacer y el todo; delante quedaría el deleite, el acicate, el asueto. Y así, con ganas de tener todas las ganas, julio de 2015 nos resumió todo lo establecido en otro soneto, esta vez pintado en la altura de nuestra propia profundidad. GUILLERMO ARRÓNIZ publicó su segundo poemario en la editorial Hebras de Tinta y nos hizo felices, pero también más cultos. DE VERSO EN GRECO encierra toda la pasión que despierta este pintor en nuestro poeta. Pintor y poeta, juntos en el pequeño espacio que ocupa el poemario, acortan siglos de distancias… como todos aquellos que ha leído los sonetos de Guillermo. Que además fueron tantos, que hubo de emplazar a los futuros contrayentes de poesía a una SEGUNDA EDICIÓN, como luce en la maravillosa portada.
No hay resistencia que no contenga su otoño, así las hojas que no terminan de caer… Y las palabras permanecieron creando arquitecturas verosímiles para la locura del arte, esculturas reales de dioses que viven dentro. El año 1016 trajo un otoño humedecido en la emoción del tercer poemario publicado por GUILLERMO ARRÓNIZ en la editorial Hebras de Tinta, AL AMPARO DE UNOS DIOSES AJENOS. De nuevo el sonetista injurió a la gravedad de lo que no se deja caer… como aquellas hojas de aquel otoño en estas palabras. GRACIAS, POETA. GRACIAS AMIGO.