Hace unos días os presentábamos este libro tan especial, Alcandora. Este libro de relatos donde prevalecen la humanidad y la fe en los seres humanos fue escrito con tanto cariño y decisión por Ricardo Alba que hoy nos dedica unos minutos para hablar de este mágico lugar que es Alcandora.

¿Qué significa para ti este lugar tan especial, Alcandora?


Mi oficio periodístico me ha concedido la inmensa fortuna -en ocasiones
me ha obligado-, de conocer ciudades, pueblos, parajes, aldeas, lugares
de España fantásticos, seductores. En algunos de ellos he residido
durante años; en otros, mi estancia ha sido breve. Todos poseen
singularidades que los hacen especiales. A veces he soñado con reunir
esta pluralidad de peculiaridades en un punto de tal modo que
confeccionaran la localidad ideal donde vivir, donde establecer mi
residencia.


Con ese patrón busqué y encontré un rincón lo más parecido a lo que
tenía idealizado. Alcandora es un lugar imaginario que se aproxima
bastante a la realidad de mi día a día. De ahí que Alcandora tenga para
mí una fuerte carga emocional.

¿Qué encontrarán los lectores en tus relatos?


Sentimientos que, por un falso pudor, por el consabido ‘qué dirán’, no dejamos aflorar. Personajes ficticios algunos, otros inspirados en seres reales, que viven a nuestro alrededor y a los que, seguramente, en ocasiones no prestamos atención, nos pasan desapercibidos.

Los protagonistas son de carne y hueso; sienten y padecen, ríen y lloran, sueñan con quimeras, experimentan el vértigo del amor y desamor, de las mentiras y verdades y alegrías, soportan la soledad, sobrecogen en la búsqueda de justicia más allá de la ley, son conmovedores en el deseo de vivir intensamente, admirables en la generosidad con el prójimo. A mí, sinceramente, me apasionan. Deseo y espero que también a los lectores.

Hoy día, a nuestro alrededor, vemos una sociedad con muchos problemas. Sin embargo, en tus relatos apuestas por el ser humano, ¿crees que debemos seguir teniendo esperanza?


Yo la tengo sin duda. Si no creemos, si no confiamos en los seres
humanos, ¿qué nos queda? Las personas somos capaces de lo más
abyecto, de lo más cruel y de lo más sublime. La condición humana es
así de contradictoria. No obstante, por lo que tengo vivido, conocido y
presenciado la bondad, la grandeza, la indulgencia, la humanidad, en
definitiva, supera con creces a la maldad, la indecencia, la cobardía.

¿Tienes algún otro proyecto literario en mente?


Proyectos literarios en mente, muchos. Sobre la mesa, un segundo libro
de relatos. Son numerosos los personajes, las historias ficticias o
inspiradas en casos reales, que no han tenido cabida en ‘Las ovejas
duermen en familia’. Mi propósito es que salgan a la luz, que tengan un
pequeño lugar en las vitrinas, en la galería de hombres y mujeres que se
nos hacen entrañables, que nos acompañan y aportan su riqueza de
espíritu.

Hace unas semanas que confiaste tu obra a Hebras de Tinta. ¿Cómo está siendo el proceso de edición hasta ahora?

Difícilmente mejorable. En Hebras de Tinta me he sentido acogido,
acompañado desde el primer día, desde la primera conversación.
Francisco Melero, Paco, mi editor, es una fuente inagotable de
sugerencias, de sabiduría. Su experiencia, su maestría en orientarme,
en asesorarme, han contribuido en gran medida al alumbramiento de
este libro.

Muy pronto podréis deleitaros con la belleza de los relatos de Alcandora y estamos seguros de que os enamorará tanto como a nosotros.