Nuestro escritor, Casimiro Fernández Galvín es una de esas personas que, solo con su trato, las descubres cultas, interesantes y con mucho que aportar al propio acerbo intelectual.

El pasado marzo publicó su primera obra en la editorial Hebras de Tinta, un texto que revisamos en la propia editorial para que ningún detalle se escapase a esta preciosa edición. Así, tras varios meses en estrecho trabajo con el autor, FRAGMENTOS PARA UN ANÁLISIS DE LA TELEVISIÓN EN ESPAÑA EN UNA ÉPOCA CONVULSA (2016-2018) llega a los lectores interesados. Además, nuestra compañera Marta Vega diseñó una preciosa portada para el libro.

Casimiro nos ha dejado un precioso mensaje donde nos comenta lo a gusto que se ha sentido trabajando en estrecha relación con nuestro editor. De hecho, ya están hablando escritor y editor para emprender su segunda publicación en Hebras de Tinta con un nuevo texto sobre Epistemología.

La realidad es bella cuando la circundan experiencias que nos llevan a crear grandes proyectos como este, un libro lleno de saber y pensamiento crítico sobre una época en la que somos protagonistas.

SINOPSIS

Aunque los objetos del presente análisis sean fragmentos, existe entre ellos un nexo común: la ofuscación que resulta de saber que el principal parti­do de la derecha en España tiene bajo su control la televisión pública y el poderío que, en apariencia, les proporciona este hecho. La televisión, en cambio, puede resultar a veces un factor de fuerza y otras un factor de fla­queza, tal como sucedió con la RTVE en el periodo analizado en este texto. La falta de reconocimiento de esta flaqueza, debido a un uso mentecato —al menos en los trozos analizados— de lo que debería ser instrumento de comunicación y verosimilitud, puede ser identificada como una de las posibles causas del posterior declive de dicho partido.

Pero para un análisis lo más imparcial posible hace falta un esfuerzo de es­cudriñamiento de todo el espectro informativo vigente en las ondas. En el periodo seleccionado, las emisoras privadas ofrecían una alternativa más próxima a la comprensibilidad de lo real, pero, sin embargo, seguía ausen­te un elemento: la coherencia. Sin este factor, solo una pizca de humor y una dosis de investigación fenomenológica parecen poder acercarnos al objetivo ideal: que, al menos, los contenidos televisivos no sean un obstácu­lo en la labor de comprensión que el telespectador siempre intenta.

Ya podéis conseguir el libro en nuestra web