Descripción
Mi caso tiene poca importancia al lado de las grandes injusticias que caen acuciantes sobre la humanidad, como negros cuervos de oscura sombra y grávido aletear. Por esto vigiláis, santos del cielo, con espíritu atento, en contra delas terribles guerras y genocidios de razas y de pueblos enteros. Conocéis a los que violan el derecho humano, tan fundamental para mantener la paz y catapultar el progreso de los hombres.Os explicaré mi desafortunado caso, el cual busca solución, reconocimiento y justicia. El desamparo, la soledad y la frustración me han conducido a vosotros, a los moradores de la catedral, de las iglesias y de las ermitas de los pueblos, lugares que regentáis como casas propias, desperdigadas por todas las geografías y salvadas, de momento, de las terribles garras de las inmobiliarias y de la especulación.
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