José Rico es un autor que ha publicado en varias ocasiones en esta casa de Hebras de Tinta: EL SANATORIO (2021, segunda edición), RELATOS Y ESTAMPAS (2021), EL ÁNGEL EXTERMINADOR (2022) y LA SENDA DEL TIEMPO (2023). Desgraciadamente, este último título, su propia biografía, no lo pudo acariciar en papel (como tantas veces v que hacía con el resto de sus obras al mirarlas de soslayo) porque José Rico nos dejó huérfanos de palabras, abrazos y afectos de forma inesperada muy poquito antes de la publicación.

Él era uno de los mejores cardiólogos de este país y, aunque ya estaba jubilado, a sus 84 años seguía pasando consulta muy cerquita del centro de Madrid, donde yo fui a visitarle muchas veces como editor y como amigo. Actualmente es su compañera de vida, Paty, quien mece con mimo la obra de este escritor para que se mueva con el vértigo de la luz: trascendente y portentoso; porque así era la presencia de José Rico, su experiencia de amistad… siempre tan trascendente y siempre tan cotidiano y real.

Como editor y como gran amigo de José Rico (así me considero porque así me lo dijo muchas veces para mitigar mi mirada de admiración ante quien me imprimía un innato carácter de respeto), quiero destacar su obra póstuma, su biografía: LA SENDA DEL TIEMPO. Vertebrada de forma cronológica, las páginas de este libro ascienden hasta una especie de crónica de lo emocionante que ha sido la historia de este país en estas últimas décadas. Allí veremos cómo unas gigantescas aspiraciones tuvieron que saltar la tapia de una infancia retraída por la enfermedad para llegar, más gigantescas todavía, a su juventud.

Los estudios de medicina, la emancipación del hogar familiar y, sobre todo, la libertad para indagar en las oquedades del comportamiento humano en sus bastas posibilidades, copan gran parte de la centralidad de la obra. Posteriormente el libro va indagando en los pormenores de una carrera meteórica en la especialidad de cardiología, aunque también era especialista en neumología. Cientos de pacientes, provenientes de todos los rincones de España, venían a verle sabedores de su minuciosidad médica y de su trato (esto último tan importante para él de cara a sus pacientes).

Esta biografía está repleta, al mismo tiempo, de anécdotas tan curiosas como imponentes, pues José Rico tenía no pocas sensibilidades hacia el virtuosismo. Por ejemplo, había conseguido poseer una colección de pintura y escultura impresionante, una colección privada que aún puedo seguir admirando, pues permanece intacta. También como anécdota puedo contar que atesoro pocos regalos personales que le pertenecieron y que guardo como una luz emocional y artística.

He querido empezar el año firmando este texto a modo de homenaje a mi escritor, a mi amigo y a la nostalgia con que tantos días le echo en falta, pues nuestras llamadas eran casi diarias. A cuantos quieran conocer esta crónica emocional y emocionante de la Historia de España a través de estas décadas les recomiendo este título, LA SENDA DEL TIEMPO, también a cuantos quieran indagar en la personalidad interesante de un ser humano sencillamente… sabio, certero, un capricho de la vida recreándose en sí misma: ¡un hombre apoteósico!

Paco Melero. Director editorial de Hebras de Tinta