Un manuscrito es, literalmente, un texto escrito a mano. Pero cuando hablamos de manuscrito en un contexto editorial, nos referimos al texto original que escribe el autor con la intención de que sea publicado. Veamos que dice la RAE al respecto:

manuscrito, ta
Del lat. manu scriptus ‘escrito a mano’ y lat. mediev. manuscriptum ‘texto escrito a mano’.
1. adj. Escrito a mano.
2. m. Texto escrito a mano, especialmente el que tiene algún valor o antigüedad, o es de mano de un escritor o personaje célebre.
3. m. Texto original de una publicación.

https://dle.rae.es/?id=OIXl5TH

La acepción que nos interesa a nosotros es la número tres: Texto original de una publicación. Un manuscrito, entonces, es el borrador original que ha escrito un autor; lo podemos pensar como un diamante en bruto a la espera de ser pulido, revisado profesionalmente por un editor y su equipo y abrillantado para su puesta de largo.

El trabajo que hace una editorial profesional con un manuscrito es complejo y delicado. Se trata de sacarle el mayor partido al talento literario de un texto en el que un autor o autora ha invertido su tiempo y esfuerzo y prepararlo para que llegue en la mejor de las condiciones a las manos de los lectores.

En la editorial Hebras de Tinta nos tomamos muy en serio este proceso y lo atajamos desde el mayor de los respetos a nuestros autores y a su obra. Efectivamente, el manuscrito es un diamante en bruto ¡y como tal hay que tratarlo!